Casi un tercio de los extranjeros trabaja sin cotizar

LUCÍA ABELLÁN - Madrid - 29/06/2009 El País

Las estrecheces económicas han vuelto invisibles a casi un tercio de los extranjeros que trabajan en España. Cerca de 800.000 inmigrantes desempeñan su labor sin dejar huella en los registros oficiales, una de las cifras más altas de la serie. Son personas que en la encuesta de población activa (EPA) -el mejor termómetro del mercado laboral- declaran tener un empleo pero no figuran en los registros de afiliación de la Seguridad Social, un claro indicio de economía sumergida. La cifra no ha dejado de crecer desde hace más de un año hasta sumar casi un millón a finales de 2008.

Aunque siempre ha existido una brecha entre el número de ocupados extranjeros según la EPA (2,6 millones en marzo) y el que arroja la Seguridad Social (1,8 millones en el mismo mes), la crisis ha ampliado ese desfase. En plena bonanza económica, en el año 2006, los inmigrantes sin contrato suponían menos del 20% de los que declaraban tener un trabajo. En la actualidad, esa proporción ha crecido hasta el 30%. Hay que tener en cuenta que la EPA considera ocupada a toda persona que trabaje al menos una hora a la semana. Cuando la crisis aprieta, la tentación de contratar sin costes de por medio es mayor, especialmente si se trata de empleos de pocas horas y quienes los desempeñan son inmigrantes, más inermes ante los abusos.

Uno de los primeros en dar la voz de alarma ha sido el sindicato Comisiones Obreras. Su secretario general, Ignacio Fernández Toxo, ha cifrado recientemente en medio millón los inmigrantes que se han colocado al margen de las listas oficiales. Paloma López, secretaria de Empleo y Migraciones del sindicato, precisa que se alcanzará esa cifra si sigue empeorando el paro. Los cálculos del sindicato apuntan a que en 2008 la crisis ha impedido a 20.000 personas renovar su permiso de trabajo por falta de ofertas, un dato similar al que se espera para este año. Lo más probable es que esas personas sigan desempeñando alguna labor, pero en la sombra.

"La economía sumergida afecta tanto a españoles como a extranjeros, pero estos últimos tienen más necesidad porque carecen del colchón social que pueden tener los españoles", explica la dirigente sindical. Maika Sánchez, responsable del plan de empleo de Cruz Roja en España, suscribe este diagnóstico y subraya la importancia de invertir en empleo cualificado, menos proclive a la actividad sin declarar. Esta organización atiende a personas sin empleo, en buena parte inmigrantes, aunque el reto es cada vez mayor: el número de peticiones de trabajo ha crecido un 50% mientras las ofertas se han desplomado un 83%.

La economía sumergida anida más fácilmente en las actividades vinculadas a la construcción, en servicios como la hostelería y en el empleo doméstico. La concentración en esos colectivos determina también la nacionalidad extranjera de buena parte de los afectados. "Lo que ha ocurrido en estos años es que los nativos se han movido hacia arriba en la lista de cualificaciones: puestos técnicos, mandos intermedios... mientras que los inmigrantes desempeñan más labores de peonaje", razona Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona.

La inspección saca un 43% más de empleos de la economía sumergida

  • ROSA BIOT -El País
  • Alicante - 29-06-2009
 

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